“Y no se porque la Guajira, se mete hasta el mar así, como si pelear quisiera, como engreída, como altanera, como para que el mundo supiera, que hay una princesa aquí”- Los Betos. Benditos Versos. Vallenato
“Püsülaja tamuin yootchon ujolu” – Frase en Wayuunaiki para: Por favor, regálame un poquito de Chicha.
Tales palabras nutren la tinta de la impresora con la que aparecerán las letras que escribo. Musa para mediocres, son los paraisos terrenales.
El mundo esta lleno de paraísos terrenales. No vale la pena aferrarse, echar raíces, amigos, familia, mujeres, sitios, si estas frutas son las que mas abundan en el mundo. Creo que falle, así es el “ser”, piensa y luego dice. Estoy aferrado, ¡qué calamidad!
Hacia el norte, el calmado y cristalino mar, que se confunde con el cielo azul despajado. El horizonte brilla, lo único que apenas puede perturbar a tan noble mar, es la la fuerte brisa, que te hace sobrellevar el sol fuerte de desierto. Al sur, arena, arena y cada vez mas arena. Ya entiendo las artesanías Wayuú, el universo entero se resume en un desierto.
-“Aja guare, Kasaichi pünüliapünülia”
No se que putas me acaba de decir, mi tío traduce por mi. Se juega a hacerse el pendejo, yo se que habla español.
-“Anas mai”, dio, la única frase con sentido que se decir, lo único que pregunte, así se llamaba aquel hotel en Riohacha. Chévere, cool, guay. Estalla en risa, por que no me estaba preguntando como estaba, sino como me llamaba. –“Arajuna-naike, no hablo Wayuunaiki”.
Recuerdo aquella persona que definió a las Wayuus como una cultura onírica. Yo me pregunto si mi prima también hizo eso de quedarse encerrada durante la menarca, no se como se llama, pero es un acto muy lindo, pero en verdad doloroso.
“Los Guajiros cubanos son todos los campesinos en Cuba”. Explica mi madre, mientras se vuelve a colocar la manta.No escucho que dice después,este tipo de vacaciones siempre me ponen taciturno, distraído, no se que efecto tiene este sito en mi. No pertenezco aquí. Nunca lo hice. Se esfuerzan por hacérmelo creer, que eche raíces aquí. Hablan de Maicao, Papayal, Urumita, Barrancas, y San Juan del Cesar. Yo solo recuerdo vacaciones, un acento argentino, y productos Venezolanos.
Al menos ya hoy nos vamos. No voy a pedir langosta, mejor comer chivo o tortuga, o uno de esos pescados que no se como carajos se llaman. ¿Jaareenaa?, no, así se llama mi prima, por cierto, el niño ese que da vueltas por la playa, acaba de entrar donde los alemanes y les acaba de robar un termo. ¡UN TERMO! Había un iPod y un computador ahí, el les roba el termo, mientras tanto, ellos juegan con sus complejos salvavidas “Extremos” en el mar, lo mejor es solo nadar, déjalo en paz imbecil.
Al fin, es de noche, de tanto comer flor de cactus, tengo los labios irritados, es un buen momento para entollar el auto, prender la fogata detrás de el, y hablarle a Tere de las estrellas, ella no entiende nada, pero parece entender la idea de la conversación.
Que nos proteja Maruya, tantos han escrito de este sito, y yo no puedo. Lo veo como un extranjero, pero aun así, me vio nacer, soy una diáspora, con acentos mezclados, entre costeño, argentino y Cachaco gomelo, hablo como yo. Nada mítico. Recuerdo el mito de la lluvia, de los tres hermanos, y las incontables tragedias con los guerrilleros y paracos. Todo eso queda atrás, la realidad queda atrás Welcome to the Surreal life: Mushaisha, las minas del cerrejón. Los Wayuus viven los sueños, los “mineros” viven en un sueño. Me piden de todo, al fin he entrado, es como una aduana, voy a otro país, a otro mundo.
Estados Unidos, Reino Unido, Sur África, el mundo occidental encontró un oasis en medio de un desierto que no es tan seco, que no es tan hostil. Es un sueño, un espejismo, es en verdad otro país, no se parece en nada a la Guajira, ni a Bogotá, ni a Colombia en General, ni todo pueblo común en la América Latina.
Esto es un sueño, llevo unos años sin volver al Cabo. Las gaitas yo comienzo a escuchar, muy cerca esta Maracaibo. Vallenatos Guajiros muy buenos, por cierto, Ilario José Ariza escribió otro libro, cuesta cincuenta mil pesos, compren cinco, uno para cada miembro de la familia no olviden el perro, "amen el ser Guajiros, esto es la identidad, del criollo, del moreno, del negro, del Turco (que es libanes por cierto) del Indio, esto es la Guajira, que busca progreso", que en verdad busca el occidente, con calles pavimentadas y rubios montando cuatrimotos en las dunas.
Me arraigue, pensé, fue inevitable, indesiable pero, no se puede negar lo que dice la tarjeta de Identidad. Cantor de Fonseca. Bueno, no soy fonsequero, pero si me bautizaron en Barrancas, el cura después perdió mis textos, ahora no tengo espacio en el cielo.
Matriarcados Wayuu, tierra de mi madre. No me hagan ahora hablar del Banco Magdalena, en el origen paterno. Estoy ya cansado que el Cesar se nos robe el Vallenato y Atlántico la Cumbia, cansados, que injusticia. Por un lado, hay una selva, y del otro un desierto, la vida me mostro unas montañas y un metro, yo opte por usar gafas de John Lennon. Arraigado a la Realidad, lo onírico nos hará de recordar la niñez. Ya es hora de dormir, no comí nada, mejor, así podre soñar, sin más divagar, no hay camino en la mitad, pero lo que dice la Cedula, no se puede cambiar:
JOSE CARLOS VANEGAS PEREZ
O+
12-10-1990
BARRANCAS LA GUAJIRA COLOMBIA.
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Note at the end: For every foreing reader, Wayuu is a Native colombian Culture. They habit the north of the country, in a Caribic desert named as "Guajira". "Wajira" in Wayuunaiki means "World" and Wayuu means "Human". They religion, traditions, phylosophy and culture is based in Oniric (dreams) fundaments and comun thoughts between the deseert cultures.
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