“Se llamaba inmaculada aquella puta, que curaba el sarampión de los reclutas”-Mas guapa que cualquiera.
¿Dónde habrán quedado los gatos? Se van con la bruja de la esquina a que les lea las manos, no se creen lo del futuro, lo del presente parece ser muy obvio, cosa de pura observación, y el pasado, pues bueno, ya ni se acuerdan como era. Van con la bruja para que le digan cosas lindas.
En busca de inspiración salí hacia mi bruja, viernes ya casi por la noche, fue una semana satisfactoria en muchos aspectos vamos a ver que nos traerán estos días que quedan.
Una pareja, tal vez dos, tal vez un trió, total fuimos cinco, pero en el Chorro había una multitud. Es mejor que Isaías no sepa, pero ahí estábamos en el Gato, viendo el techo. ¿A dónde va el techo?, me parece que se a donde termina, pero el techo va a la pared. Yo creo que el techo no me quiere, no me mira, ni me vigila, me dicen que tal vez no me dejo ver. La relación de George y Sara es mejor que la relación mía con el techo, entre el techo y la pared, una relación sexual, definitivamente una mejor relación que cualquiera de nosotros, en arista, una medusa (cuidado); En la pared, Dalí, que conoció a Galatea cuando ella tenía cero y el veinte, nonono, no era así, esos eran otros, Dalí era diez años menor que Galatea; entre la pared y el suelo, Laura, y una relación sexual, arriba de la relación, el observador (voyerista) Andrés, al lado de Andrés, una flor, sobre la flor, Sara, sobre Sara, dos docenas de almohadas, sobre las almohadas hace ya malignamente George, delante de su sonrisa, yo, arriba de mi, el techo, bajo el techo, una mesa en llamas y una comida acabada. La pareja de al lado nos mira pelear, la próxima vez deberíamos fingir que lo hacíamos, y no dejar comer a nadie.
Hay un suave olor verde por el chorro, agradable, ya no tan pecaminoso y prohibido, pero ahora se siente inmaduro. En mi casa solo se duerme, solito en un espacio para cinco. El desarrollo de las ideas es difuso y los sentimientos se manifestaran en incomprensibles sueños de elefantes y borracheras, es el momento adecuado para “filo” (y dejemos el “sofar” por otro lado), y mamando gallo poco a poco me doy cuenta que hay otras tres mujeres en mi cama quitándome el espacio y matando mi calma, tal cual como en una relación, Esperanza, Soledad y Manuela.
Soledad, la realidad que nos toca, Neocortex del lóbulo frontal, placer de pocos, hay un nuevo libro de Cortázar, la plata va para sus herederos. Una cosa racional, el saber que estando solo se puede estar mejor, que necesitar no es más que un hecho al que uno se volver apático o simplemente dejarse llevar.
Esperanza. No es más que un nombre. Fondo de la caja de Pandora, la última y más horrible tortura y calamidad del ser humano, cerebro de mamíferos, sentimientos materializados, el saber que tal vez habrá alguien ahí esperando ser esperado, que también le molestaría ver al retrasado mental de la playita, que se le hace repugnante y mal oliente, total comprensión, total calor.
Manuela, libido, solo es necesario bajar la mano y ****.
¡*@&!” MADRE!
Bueno, el sueño de verano, verano eterno, pleno verano, la lluvia de verano. A la mierda con el verano, lo mejor es encarnizarse en contra de tales mujeres. George no entiende, los demás si, el entendió lo del Salmon, parce un tipo inteligente. El consejo fue obvio, lo mejor es que no hay que necesitar, ni desear, ni añorar, y ante todo ser soltero, debía terminar con estas tres, sacarlas de la casa, por mas cariñosas que fueran. Total ataraxia.
En Todos lados fue así, el verano no se define más que como la añoranza de recuerdos mojados, victorias de otras. Hay que enfriarse, valla al baño y orine.
Te lo habrás tomado a bien, eso espero, ser rechazado no es el fin del mundo, vendrán más, ya han llegado y nos hemos apartados, el resultado por novedoso que sea no deja de ser actual, comentario y predecible. Lamento informarte que ellos tres no lo hicieron, al menos una.
Soledad lo tomo muy bien, hizo caso omiso, no nos vamos a extrañar. Con Esperanza lloré, pero no peleamos, las cosas se quedan. Manuela en cambio, era consciente de su vital importancia en la relación, y se lo tomo muy a mal, me grito, me dijo sádico aprovechado, hablo todo lo que había callado, salió enejada y luego me echo, con un zapato en la cara.
Pero me sentía mejor, había sido la mejor decisión, sin arrepentimientos, salí a caminar, me asaltaron pero no me robaron. Me golpeé, pero no me caí, Alles klar, Alles gut, sanz l’amour.
Salimos a bailar, salimos a comer, salimos a beber, odisea de la vida, cuando de repente la veo, a Manuela, con su pistola, bien armada, me dispara, y me castiga.
Tenía la femoral enroscada y una muela anquilosada, ampútenme, pero sálveme la vida. Vivir sin pierna (y sin muela) no era tan malo como lo imaginaba, la resignación hablo con sabiduría: es solo una pierna. Tenía una cocedura en mi Iliaca común, pero que carajos estaba de lo mas feliz, la loca se había ido, y sabia que así me iban a dejar de llamar, de ilusionar, no mas esperanza, no mas soledad, Gracias a que atrape a Manuela, y solo me costó una pierna (y una muela).
La felicidad dura poco, cuando vi a un repugnante ser disfrutando del amor de otro, pensé que eso que añoraba no pasaría, siempre habrá alguien lo suficientemente loco y desesperado, enfermos capaces de amar a lo que sea, así sea a un feliz amputado.
Tal vez la culpa había sido de las mujeres cuando ellas llegan a la misma respectiva conclusión, se vuelven lesbianas, aburridas de los hombres. Considere que el homosexualismo no era mi solución por que encuentro a la mayoría de los hombres muy feos, tal vez me dedique a los perros, pero sin pierna no se puede, el pansexualismo deja siempre esos inconvenientes.
No me podía casar con una idea, todavía servía un poquito vivir como para querer morir.
Total, decidí seguir intentándolo, a ver qué pasa, al fin de cuentas, si todo nos sale mal, todavía puedo llamar a las demás. Voy a ir a buscar a los gatos, pero siempre me gustaron menos mis pies que mis manos, voy a que digan cosas lindas de mis pies con la Bruja de la 17. Abrieron las termas ayer.
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